Educación virtual es salud y vida
Educación virtual es salud y vida
¡¡¡No queremos que nuestros hijos sean una cifra oficial del COVID-19!!!
Las anteriores frases expuestas adquieren relevancia cuando las analizas contrastando la realidad, sin que tu posición en relación al tema tenga un vínculo con una posición política, ni con una consigna en contra de la unidad educativa en donde estudia tu hijo, es simplemente analizar las formas más seguras en las cuales puede continuar estudiando tu hijo, garantizando un contexto integral adecuado para que la gestión académica sea posible.
Veamos, hoy el contexto relacionado al COVID-19, y la posibilidad del levantamiento de la cuarentena para nuestros hijos, tiene una consideración más humana y social, y que más adelante quizás más tenga que ver con el manejo de probabilidades de mortalidad por pandemia y valore los efectos sobre la economía. Creo que es posible prepararnos como padres ante esta situación, si nos organizamos juntamente a las unidades académicas para velar por la vida ante todo, gracias a las herramientas virtuales, y lo podemos analizar considerando algunos aspectos claves que me permito nombrar a continuación:
- No existe aún vacuna contra el COVID-19, a pesar de los esfuerzos actuales de la OMS.
- En varios lugares del mundo, luego de levantada la cuarentena por cualquier decisión que haya primado sobre ello, ha habido un rebrote del virus del COVID-19 en su población.
- En Bolivia, no se aplica una medida para detectar casos asintomáticos, pero igual contagiosos.
- Una gran mayoría de los profesores se están preparando con el manejo de herramientas de educación virtual.
Considerando que las dos primeras consideraciones expuestas están relacionadas con lo dispuesto por normativa de la OMS, que establece un protocolo de al menos 5 meses para que se obtenga la vacuna (como lo he compartido en mi anterior blog), sin embargo, actualmente algunas noticias a pesar de los adelantos que están teniendo los laboratorios e investigadores en el asunto, aún muestran panoramas sombríos sobre el tiempo de obtención de la vacuna.
Ante esta situación salta la pregunta al aire, sobre ¿cuándo y cómo levantarán la medida de la cuarentena?, cuando en efecto hoy es la única que vela por la salud y la vida de las personas, y obviamente debe estar acompañada por todas las medidas necesarias de orden económico y social.
Considerando que los niños son el grupo vulnerable ante una pandemia, por diversas razones imaginables, que es producto de esa confrontación entre el espíritu infantil proclive a la diversión y la obediencia a las recomendaciones que velan por su cuidado y salud (porque ahí radica el riesgo cuando se juntan a los niños), es necesario desarrollar las medidas que permitan desarrollar sus estudios sin que ello involucre exponerlos a riesgos.
Lo anteriormente formulado, nos deriva inequívocamente a la conclusión de que lo mejor es que las medidas para garantizar el derecho a la vida, salud y educación de nuestros niños, estén asociadas a que la cuarentena se instaure hasta que la vacuna del COVID-19 se haya aplicado a todas las familias de los diferentes centros educativos, tanto del plantel docente y administrativo como de los estudiantes. Mientras tanto, toda la educación debería formularse por medios virtuales, con todos los sacrificios y/o esfuerzos que ello considera, tanto para profesores y padres de familia. Y fácilmente sobreviene la pregunta: ¿cómo la Educación Virtual garantizará la salud y vida de nuestros hijos durante el periodo de Pandemia?
Cuando continúas analizando el contexto actual a propósito de la educación en tiempos de Pandemia y más específicamente con el COVID-19, se tienen tres aspectos importantes a considerar:
- No existe aún una normativa específica y clara para poder impartir clases virtuales según el contenido legal educativo vigente.
- La economía está tan golpeada que es incómoda e injusta la disputa entre dinero para alimentación y salud contra el dinero para conectarte a un medio de educación virtual.
- Garantizar la estabilidad laboral de los profesores y del plantel de la unidad académica.
- Se requiere con carácter de urgencia una normativa que garantice la educación virtual de todos los estudiantes, mientras se encuentre la cura y se haya dispuesto la vacuna del COVID-19 a cada comunidad educativa.
- La educación virtual, debe ajustarse al contenido analítico hoy dispuesto para el avance de las clases con los textos oficiales de cada unidad educativa, porque ya hubieron inversiones previas para material educativo de los estudiantes y no se deberían erogar más gastos para tal cometido en épocas de pandemia, y también al hecho de que los textos están actualmente amparados en un contexto legal educativo vigente. Algo que predispone favorablemente con esta consideración, es que los esfuerzos por parte de los padres de familia es mayor, principalmente en los niveles iniciales, en los cuales los padres de familia se convierten en profesores de sus hijos, porque las destrezas en el empleo de herramientas digitales de los niños no fueron desarrolladas y considera principalmente la participación activa de los padres de familia.
- La conexión a internet para el uso de las aulas de educación virtual deben tener el carácter de gratuito, porque hoy las economías vulnerables deben tener la oportunidad de un contexto educativo sin que ello considere la competencia de inversiones para sobrevivir al coronavirus contra la inversión en la conexión a la educación virtual. Si bien ese tema no lo puede resolver un colegio en cuestión, puede ser canalizada tal demanda a través de sus directivos ante las instancias de decisión que corresponda.
- Las demandas deberían ser canalizadas tanto para las unidades académicas públicas como privadas, en apego al derecho constitucional de que todas las personas tienen para acceder a la salud, vida y educación, y podrían ser canalizadas a través de todas las instancias que correspondan para el bien de todos. Por ejemplo, para el caso de las unidades académicas particulares, gestionar el acceso a alternativas subsidiarias, financieras o fiduciarias para la educación para hacer frente a esta crisis económica que se atraviesa, a través de fondos fiduciarios y créditos blandos para contextos educativos en épocas de pandemia, y subsidios para atender las demandas de los colegios de convenio para no estrangular las economías de los colegios particulares.
Porque hoy más que nunca entre todos nos necesitamos para actuar y proponer soluciones ecuánimes, equilibradas, justas y accesibles para sobrevivir a la pandemia COVID-19, ya que la espera de la vacuna es ineludiblemente la única esperanza para la vida y salud de las unidades académicas, y tiene hoy una herramienta muy importante para poder garantizarla, y sin dudarlo es la EDUCACIÓN VIRTUAL.
Es posible, requiere el apoyo entre todos los integrantes de la comunidad educativa, porque las soluciones necesitan diversos niveles de implementación de las medidas, y al menos deberían ser canalizadas por las instancias de decisión que correspondan. Y principalmente, porque insisto que no se trata de una postura política la petición, sino la exposición del más alto espíritu que nos apega a velar por el derecho a la salud, vida y educación de nuestros hijos en tiempos de Pandemia. Hoy la demanda debería enfocarse en la solicitud de una normativa que garantice la educación virtual para nuestros hijos, porque el aplicar la educación virtual es la mejor defensa contra el virus para nuestros hijos durante la pandemia, y es previsible que se irá perfeccionando con la práctica y costumbre en el uso de tales herramientas, tanto por profesores y por estudiantes, la cual debería estar acompañada de medidas de orden socioeconómico que considere la situación de todas las familias de las unidades educativas sin distinción. #QuédateEnCasa
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